viernes, 23 de noviembre de 2007

Aquest Any Si!, El Disco.

Esto es lo que pasa cuando entras con 6 euros en La Trocante, un mefítico antro de compra-venta de chuminadas que hay al lado de mi cuevecita barcelonesa. Pasa que esos tipos revientan los precios pero a base de bien y, claro, uno entra con 6 euros (1000 míseras pesetas) y sale con 21 vinilos bajo el brazo. Y es que eso de poner los L.P’s a 20 céntimos pues como que me parece casi indecente, por lo barato, digo. ¡20 ridículos céntimos! Eso es menos que nada, se te cae una moneda de 20 y casi vale más la pena dejarla en el suelo que castigarte esos lumbares que tanto te ha costado poner a punto con el AB Shaper.
Pues sí amigos, esa es la política de La Trocante (vamos a sacarnos esta mierda de encima cómo sea), un lugar tan infecto y maravilloso que deja en pañales a cualquier Cash & Converters en cuanto a niveles de demencia, suciedad y caos se refiere. Pondría la mano en el fuego a que tienen algún Mogwai famélico escondido entre los maniquíes desmembrados, las tostadoras vintage, los grasientos hornos de pizzería, los detalles de orfebrería de diseño abisal y demás objetos más inútiles que el botón del shuffle.

El caso es que, removiendo esas manzanas de Tántalo en forma de cubetas de vinilos, mis ojos se detuvieron ante la segunda maravilla de la humanidad que, tras las pirámides de la meseta de Gizeh, se aguanta en pie. La sensación que me produjo encontrar aquel objeto de oscuro culto, por el que más de un seguidor descarriado de Dan Brown mataría, fue equiparable a la de dar con la maldita Arca de la Alianza.
Y lo que encontré no es otra cosa que: AQUEST ANY SI!, el delicioso disco que la facción más cañí del Dream Team, junto a dos de sus más rutilantes estrellas foráneas, grabó tras conquistar la primera Liga de la era Cruyff.

Cuando una mala idea se convierte en arte

Cómo lo oyen señores. Un disco que se ha convertido de forma automática en la joya de la corona de entre todas las tonterías que tengo por casa y, por ende, en causa de envidias e intrigas palaciegas entre las afamadas visitas que intentan hacer lo imposible por hurtar una obra de arte que, por supuesto, guardo entre algodones en una caja de caudales de apertura retardada vigilada por un ciercuito cerrado de televisión y dos dóbermans hambrientos
En honor a la verdad, he de decir que no se trata de un L.P al uso, más bien es un single en gloriosas 45 r.p.m, con dos temas de esos que dejan secuelas. A continuación paso a diseccionar todo lo que puede dar de sí semejante plástico de Pandora.

Los tres pilares culturales sobre los que se sustenta el Siglo XX

Lo primero que llama mi atención es lo heterodoxo de la selección de voceros. Por riguroso orden alfabético, tenemos a un elenco protagónico de órdago: Alexanco, Bakero, Txiki Begiristain, Eusebio, Koeman y Laudrup. Se echa en falta un Iván Iglesias, un Busquets o un Tony Bruins Slot hasta arriba de pacharán, pero tampoco vamos a ponernos tan exigentes.

Nuestros macarrucios héroes


No he encontrado fecha por ningún lado, pero calculo que tamaña infamia fue perpetrada circa 1991, y si en algo me baso para hacer tal aseveración es en la estética que se gasta el Nightmare Team de marras. Sí amigos, esas náuticas, esos tejanos lavados a la piedra y subidos hasta el esternón, esos cinturones marrones de hebilla dorada, esas camisas con estampados de pesadilla metidas por dentro, ese glorioso mullet de bakero, esa raya al lado de Laudrup, esos relojes... un museo de los horrores que sólo pudo darse en el espacio y el tiempo en los primeros 90. Y después a dar una vuelta por el paseo marítimo con el chándal de táctel, la mujer con el walk-man autoreverse y el hijo dando por culo con la mano-loca y las Reebock The Pump. Bocato di cardinale, oigan.

Así se puede observar en la memorable portada del disco, una composición que bien hubiera podido firmar Donatello (el genio renacentista, no la tortuga) y que dispone a nuestros héroes en dos grupitos de tres, alrededor de dos micros menos fiables que un marcapasos Giochi Preziosi, como en el estudio de la Motown pero en versión extrarradio barcelonés, ligeramente achispados y siempre al borde de la carcajada (a saber la de tomas que se llegaron a hacer a causa del renqueante catalán de Rotterdam de Koeman y las toses flemáticas de Ducados de Alexanco). Las rodillas semi-flexionadas de Txiki y el gran Eusebio son una celestial caricia para nuestros sentidos.


La decoración del estudio de grabación es tan inquietante que resulta casi lynchiana; una suerte de rayos láser dispuestos sin ton ni son, un desangelado graffiti, un árbol de plástico, unas extrañas cajas negras (muy posiblemente de origen extraterrestre) y un roñoso suelo de parquet.


En la contraportada, ya en un ambiente más relajado y con la satisfacción del deber cumplido, podemos disfrutar de una simpática instantánea tomada en el merendero sito a las puertas de Flaps Studios. En ella vemos la gallarda complicidad entre Bakero y Laudrup, la eterna campechanería del fuera de serie de Begiristain, la inmarchitable bondad que siempre desprende Eusebio, un Koeman disoluto y espatarrado y al sin par Alexanco, con la camisa medio por fuera y, a juzgar por su rictus de cuñado cachondo, algún que otro cubata de Lario’s en el cuerpo.


Pasemos a lo que sería el análisis del disco propiamente dicho. Como comentaba, dos temazos para el recuerdo.
En la Cara A tenemos "Aquest any sí!" en versión himno cazallero. En un bonito gesto de integración cultural, la canción está cantada en catalán y, como no podía ser de otro modo, el resultado es de risa cuando no de sonrojo; recordemos que Txiki y Bakero son vascos, Laudrup y Koeman de la Europa civilizada, Eusebio tiene pinta de alicantino y Alexanco parece riojano.
Lo más curioso del caso es que cada futbolista traslada su personalidad en el campo a su interpretación vocal. Así las cosas, tras un feísta midi de flauta y un ritmillo de esos de casiotone de Orquesta Pyramid, Alexanco abre fuego de manera bronca, chapucera, enmarañada pero (casi) solvente, vale que en el campo fuera más malo que Aleister Crowley pero nadie negará que le ponía empeño. Luego viene Laudrup, tan elegante como en el césped, el único medianamente capaz de afinar y la única voz de no fumador del lote. No se puede decir lo mismo de Bakero, siempre tosco, obstinado y pasándola hacia atrás. Eusebio es la nobleza personificada, el hermano mayor que todos quisiéramos tener y la personificación del concepto" majo", un poco lo que pasa con Jordi Hurtado. Después del delirante solo de saxo, Koeman arremete contra el diccionario a codazos y pepinazos a puerta, como siempre, más tozudo que la Mula de MB. Un voluntarioso Txiki le pone todo su empeño con un semifalsete de auténtica risión. Pero el éxtasis se alcanza con el estribillo, cuando cantan todos a una, se les ve sueltos y las armonías alcanzan un nivel de conmovedora belleza que no se veía desde los tiempos de The Platters. Recuerden el bochornoso episodio protagonizado por nuestra Armada Invencible de cara al Mundial de Alemania con el preclaro Luís Aragonés como maestro de ceremonias.

Berrakus posa orgulloso con su trofeo

Pero el verdadero bombazo está en la cara B, ni más ni menos que "Aquest any si!" ¡EN VERSIÓN RAP! Como lo oyen, una entrañable bufonada, un desarmante esperpento capaz de redefinir el concepto de vergüenza ajena y elevarlo a cotas de misticismo inimaginables para el común de los mortales. Una oda al ripio, una marcianada que deja en bragas a la galaxia P-Funk de los Parliament/Funkadelic de George Clinton. Si a eso le sumamos el par de rayas que tiene el vinilo pues entonces se cuelan unos ritmos sincopados que parecen obra de Dr.Dre.
Les transcribo íntegro el garcilasiano soneto para deleite de los paladares más abyectos:

(Laudrup)
Empieza otro partido
Esto va a ser fácil y divertido
En este momento tenemos el balón
Estamos controlando la situación
(Eusebio)
Atención el estadio está caliente
Vamos a ganar al equipo contrincante
Todo está pendiente seguimos adelante
Sé que se siente y estoy sonriente
(Koeman)
El partido ha terminado
No debes preguntar el resultado
Ya que tú lo sabes nunca lo has dudado
El Barça...ha ganado
(Alexanco)
Hemos controlado la situación
Y ahora te cantamos esta canción
Vamos queremos que te muevas
Hemos superado todas las pruebas
(Bakero)
Hemos ganado tú ya lo has oído
No ha sido fácil pero sí divertido
Ahí está la liga estos son los hechos
¿Resultado? Estamos satisfechos
(Begiristain)
Campeones de la liga
Ya no hay nadie que nos impida
Seguir ganando
Tambien perder ¿de qué estás hablando?!!


El estribillo es un haiku de esos que dejan mella en el subconsciente colectivo. A ver si son capaces de asimilar tanta belleza en bruto:


Barça, Barça
Ya podemos celebrarlo aquí
Barça, Barça
Ya lo ves "aquest any si"


Para finalizar les dejo con algunos datos técnicos del asunto:
El ente fue producido por el ínclito Mike Platinas y grabado en los estudios Flaps de la señorial pedanía de Sant Andreu de la Barca (Barcelona)
Músicos invitados: Jordi Grisó al piano, Manuel "Pulpo" Ruíz al solo de tenora, Ilde Irún a los sintes, Mike Platinas a la programación, samples y scratch y Sussy a los coros. Una suma de talentos sólo parangoneable a ilustres equipos de composición como pudieran ser Bacharach/Davis, Holland/Dozier/Holland, los hermanos Gershwin o sus émulos celtíberos, los Calatrava.

Aquí les dejo con un medley para su goce personal y posible fuente de tocamientos impuros:


Por supuesto, aquella mañana compré otras maravillas en la Trocante, como las que siguen y sobre las cuales, si es necesario, ya hablaré otro día.


Y ojito a esta mierda, que es canela fina (tengo también el volúmen 3 por si hay algún interesado)



M.A Berrakus escribió este panegírico bajo los efectos alucinógenos del Rap de la cara B y de los ácaros carnívoros que había en aquellos vinilos que vete a saber tú de quién eran y en qué circunstancias fueron vendidos (si están a 0'20 euros ¿cuánto le debieron dar al pobre infeliz por cada disco?)

jueves, 8 de noviembre de 2007

Cine, cojones,... ¡C-I-N-E!

Por fin, después de lo que a mucho de los que me conocen dirán que es demasiado, he logrado ver La Jungla de Cristal 4. Y es que verla en portugués no me terminaba de cuadrar… no es lo mismo, coño.

Y mira que me lo habían dicho: ¡Esta mierda es buena tron! Pero había algo que aún no me dejaba tranquilo,… y es que la dirigiera el mismo director que perpetró Underworld, no auguraba nada bueno. Por suerte, me equivocaba.
Pero que conste que si ha habido algo que ha salvado a esta película ha sido, sin duda alguna, el tito Willis. Sí señores, MacLane es quien es, y nos pone. Es el Hombre, con permiso de Clint. Y Él sabe lo que nos gusta. Despiporre. Tiros a mansalva. Y que acabe destrozado. Y que al final diga Yipi kai yeah mother fucker!
Porque se pasa toda la peli igual,… a verlas venir, pero controlando, improvisando. Y nos importa una mierda que sean ciberterroristas o quinquis del Barrio de la Mina. Los va a machacar.
Y a partir de aquí spoilers masivos.

¿Qué el tío se queda sin balas? No importa. Para matar a la asiática explosiva ciberterrorista, nada mejor que empotrarse con un todoterreno por un hueco del ascensor.

¿Qué está explotando una planta de gas a su alrededor? ¡Ná! Se esconde dentro de una furgoneta y a aguantar el chaparrón.

¿Qué le están cosiendo a tiros desde un helicóptero en medio de un túnel, en el cuál circulan coches en los dos sentidos, en sentido contrario y sin luces? Baaaah… nada mejor que emular a Gran Theft Auto San Andreas, conducir entre el tráfico a tó meter, empotrarse contra la mediana, y hacer que el coche impacte contra el helicóptero, situado a diez metros de altura.


Método lógico, a la par que expeditivo y mesurado

Eso es MacLane, simplicidad pura, el hombre contra el mundo.

Pero si hay algo que resume perfectamente esa filosofía, es la imagen siguiente:




Como si estuviera en la cola del super, observadlo en su rutina diaria...

Sí amigos: MacLane destrozado, huesos rotos, sucio, pero de pié. Sí, de pié… Después de cruzar una intersección elevada de autopistas a bordo de un trailer gigantesco, cargado de material de alta tecnología, el cuál ha robado después de saltar encima en marcha. Después de sortear los misilazos y descargas de un F-35 desde la cabina del camión en marcha. Después de conducir temerariamente alrededor de explosiones miles, viendo como el jodido puente se está viniendo abajo. Después de abandonar la cabina para saltar al puto F-35, ya que el camión cae en picado hacia la calzada, a 30m de altura. Después de que el piloto del caza abandone su puesto al propulsarse con el sistema de emergencia, al ver que se había cascao el motor… Después de todo esto, nuestro amigo está allí, en el ala del caza, de pié, dispuesto a saltar al vacío.

Con dos cojones.

Por favor, Tarantino, Ridley, Woo, Nolan,… Por favor, uníos en hermandad, ya tardáis en pedirle de rodillas a Willis que os deje dirigir en conjunto la quinta. Entonces sí que podremos decir, por fin, que ha empezado el siglo 21.

Apartando a las miles de mulatas que quieren limpiar su sable, el siempre pizpireto Eddie Gordo ha encontrado un hueco para llenar de basura este humilde reducto de estiercol.

Si se quiere agradecer el esfuerzo, por favor, vayan llenando de Voll-Damm's la nevera. No se aceptan Shandys ni mariconadas por el estilo, faltaría más.

viernes, 2 de noviembre de 2007

Huxley tenía razón y este es un mundo de la putísima madre, vamos!


Aprovechemos la coyuntura de que se dan en el tiempo y el espacio las coincidencias concomitantes de hechos tan dispares como mi despido, ergo mi inminente ingreso en la ubicua cola del paro; la festividad de Todos los Santos, Halloween y maldita la falta que nos hacía disfrazarnos, con la cara de panolis zombis irredentos que históricamente hemos desarrollado, ya incluso antes de la tan cacareada Transición de los cojones; así como las dichosas sentencias del juez que se parece a Hernán Migoya y a un servidor; amén de la crónica de la muerte anunciada de este fumetta lugar, para echarnos unas risas.






Quien a estas alturas ya se haya perdido que relea o que se joda, tanto da que da tanto, se montase a horcajadas o no Isabel sobre Fernando.


Quiero decir que hoy es el primer cochino día del resto de mi vida cochina, al menos hasta que se me acabe el cochino paro, entonces haremos tabla rasa y volveremos a empezar, los que quedemos, claro, los que no, joder... los que no ya se la pueden machacar con dos piedras, no van a tener que soportar otro plano medio del Zaplana dorándose la pila, esto es, selfchupándose la puntita -de la sin hueso- un sólo día más.







¿Que este blog está muerto? Bueno, mirad a vuestro alrededor: las calles, los cafés, las oficinas... Y quién coño a estas alturas de humanidad no es ya poco más que un cadáver respirante, religioso pagador de sus impuestos... El que esté libre de culpa que vomite el primer cerebro.






Tíos!, os juro que desde que salió de


Miss Modelo 2007 mi novia ya no es la misma:


melancambiao, payos!







Dice un famoso y oscuro proverbio chino algo así como: "Si me tocas, te mato", lo que es una gran verdad. ¿Habéis probado alguna vez a convencer a un picoleto de que estaba alucinando, que no era verdad, que para nada os habíais saltado en rojo el semáforo? Pues con un mosso d'esquadra -"mozo de cuadra" para los no conocedores de la lengua del Nuevo Imperio, aquí y en la China Mandarina- ni lo intentéis: "us la fotran però bé, aquests nois eixerits" -es decir, que "os darán por el culo a base de bien, los muy cabrones"-. Y es a lo que iba... Que no puede ser, no es de recibo, que Espido Freire esté tan condenadamente buena y escriba tantos libros, en especial ése, el de los Mileuristas, sobre todo cuando yo no he cobrado en mi puta vida una nómina que supere los 800, y luego encima todas las culpas se las lleve el pobre Sergi Xavier, que ninguna culpa tiene de ser un redneck, un bestia y un gilipollas, porque al fin y al cabo ésa y no otra clase de ciudadanos es la que buscan todos los Gobiernos, se sepan o no el chiste del que da por culo...



En otro orden de cosas, se ve que circula por ahí un videotubo de un individuo jalando mierda y cantidad de gente putta y sin talento está salivando que da gusto con su videación... Así que, Divine, más vale que empieces a marcar tu terreno como WATERS manda, mendiós...
FIM

Explicación del Chiste del que da por culo: Van unos cuantos y uno de ellos, que es gilipollas y siempre viste polo de Lacoste, dice: ¿Sabéis ese que dice que cuánto son cinco por cinco?, y los demás no responden porque ya tienen asumido que es gilipollas y lo soportan como el que soporta un hijo tonto, y el gilipollas va y se pone la mano en la boca porque casi no se puede aguantar el ataque de risa al pensar la gracia que les va a hacer el chiste a los otros, quienes, no lo olvidemos, piensan firmemente -y no se equivocan- que es un gilipollas, y entonces va el gilipollas y suelta: ¿No lo sabéis... eh?... eh?... eh?.... mpffff.... eh?..... prrrfffff.... eh?.... pues... jeje... pues... mprrrffffjujujuju.... pues CINCO POR CINCO MARICONA LA QUE TE DA POR EL CULOOOOO!!!!! JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA! EH?... EH?.... POR EL CULOOOOOO!!!!.... EH?.... MARICONA?.... EH?.... JAJAJAJA.... AQUÉSBUENO?.... EH?... EH?!

Y mientras el resto piensan al unísono: MENDIÓS QUÉ GILIPOLLAS...


sábado, 22 de septiembre de 2007

Balnearios Nucleares: Una Alternativa al Turismo Rural

Hoy en nuestra sección Special Guest Star tenemos el enorme placer de presentarles a la gran DIVINE. Le cedo la palabra:




Mendoza, Argentina.

Tras diecisiete horas de autopullman, pues aquí mi amigo Gonzalo, que, en claro paralelismo con uno de los miembros de esta redacción, adolece de un pánico extremo a viajar en avión y no hallé el momento de meterle en el carajillo la caja de Valium que le tenía preparada, nos hallábamos por fin allí.
Sí amigos, nos disponíamos a ingresar en la Fundación Escuela de Medicina Nuclear para disfrutar de una cura novedosa y revigorizante, que todo hay que decir, le cambió a una la vida para siempre.

Yo había pasado un año desastroso, empapada en Gintonics de Larios y con demasiados fracasos amorosos y fosas que cavar. Mi antaño deseadísima figura se estaba echando a perder con tanta resaca, shawarmas tristes y solitarios de última hora en el "Dönner Amigo" más cercano y el estrés inherente a toda asesina en serie que se precie. Así que cuando recibí la carta de Gonzalo desde Argentina, instándome a que me tomara unas vacaciones, no dudé en pedir la excedencia y gastar algunos ahorrillos en el primer vuelo a Buenos Aires, no sin alguna reticencia de mi jefa a la que no le hacía ninguna gracia prescindir de su primera bailarina y legendaria diva en el conocido club de streaptease La Estrella.

El Doctor Francesc Kovacs, judío dudoso, masón, filántropo de pro y director del centro, nos dio la bienvenida y nos informó con personalizada atención del plan radioactivo básico y de los diferentes paquetes opcionales entre los que podíamos escoger.


Cierto es que éstos encarecían un pelo la estancia, pero llegados hasta allí no era plan de racanear unos míseros y devaluados pesos… Así que tomamos la firme decisión de no escatimar en gastos y nos dispusimos a pasar una semana agradable, expuestos a todo tipo de isótopos uraninanos, ataviados con los comodísimos y sexis albornoces de rigor.
Gonzalo se decidió por una tratamiento facial a base de "polvo de luna", sustancia que procede de los desechos de las máquinas de rayos X y que tiene un fulgurante color azul que brilla en la oscuridad. Yo, en cambio, opté por las sesiones de aislamiento sensorial en cápsulas llenas del agua que refrigera los reactores de fusión, un líquido éste que te hace perder peso rápidamente y te eriza agradablemente todos los pelillos del cuerpo, aunque todo hay que decirlo, luego éstos se caen sin remisión y no vuelven a salir, lo cual, en mi caso no es para nada preocupante, pues una servidora usa peluca y además me llevé de regalo una depilación total y definitiva.
Otro de los mandamases de la Fundación, el Dr. Emmett Brown, al que le gustaba que le llamesen Doc, no tardó en esclarecernos la enigmática negativa de la dirección en cuanto a las camillas se refiere.


Por lo visto, la alta radioactividad y la ingente cantidad de plutonio libio almacenada en el edificio puede provocar molestos catapultamientos a más de ciento cuarenta kilómetros por hora y, al parecer, esto había provocado en un pasado reciente molestos e incendiarios desplazamientos en el tiempo y superparadojas a go-go. Así que nada de camillas, sillas de ruedas, patinetes o similares.



Me gustaría aprovechar la oportunidad que me ha brindado la redacción de Agáchate y Fuma y desde aquí romper una lanza a favor del enriquecimiento de uranio y el uso indiscriminado del plutonio y demás materiales radioactivos, pues he podido comprobar en mis propias carnes que sus efectos son harto beneficiosos para la salud. De hecho, mi partenaire, a parte de adquirir otras habilidades que no viene al caso comentar ahora, hizo importantes avances fisiológicos durante nuestra estancia.




Así que, para acabar, recomiendo encarecidamente a todos este tipo de tratamientos, los cuales deberían entrar por el seguro y empezar cada vez en edades más tempranas. Cierto es que los niños pueden tener alguna reticencia inicial, por otra parte totalmente lógica en algunas edades, pero hay que ser consecuentes y no mimar a los más pequeños, utilizando toda suerte de tretas e inocentes chantajes para conseguir nuestros propósitos educacionales. Con un poco de esfuerzo por nuestra parte conseguiremos un mundo mucho mejor.


Pues eso...







Divine escribió tales memeces bajo los efectos del güisqui de garrafa que consume en altas dosis, dejándonos aquí, a la vista de todos, una muestra inequívoca de su total falta de sentido literario y de la realidad. Lo dicho, un estreno a la altura del detritus cerebral que posee esta moza…Te has cubierto de gloria guapa.

lunes, 10 de septiembre de 2007

Redacción: ¿Qué has hecho este verano?

Este verano he jugado compulsivamente al Pokémon edición Perla y al Dr. Mario que hay oculto en el Más Brain Training de mi Nintendo DS. Aparte de eso, no he hecho nada destacable. Bueno, sí, he viajado a Londres aprovechando que en mi ciudad hay un aeropuerto, y en ese aeropuerto opera una compañía aérea muy barata, que por suerte es de las que no te dejan tirado en medio de un patatal.



Londres es una ciudad muy grande, pero vayas donde vayas te encontrarás con alguien de tu tierra. Si alguien se dirige a ti hablando en inglés y no entiendes qué rayos te está diciendo, sólo debes limitarte a sonreír hasta que alguien acuda en tu auxilio.
En Inglaterra conducen al revés porque antiguamente los carruajes debían circular por la izquierda, ya que si no los cocheros se fostiaban a latigazos cuando arreaban a los caballos. A mí me preocupaba la circulación en sentido inverso, dado que no soy capaz de distinguir entre derecha e izquierda, de modo que al cruzar, lo más probable es que me lance alegremente a la carretera mirando hacia el lado que no es. Por suerte, en los pasos de cebra hay unas simpáticas indicaciones con dibujitos y flechas que te dicen hacia dónde hay que mirar, evitando así que seas arrollado por un autobús de dos pisos.
El metro de Londres funciona de manera similar, con indicaciones a gogó, aunque también existe un subrepticio decálogo de comportamiento que todo el mundo sigue:



- No debes hablar en voz alta, porque la gente te mirará con desdén (fucking spaniards…)
- Circula por tu izquierda en los pasillos, estate quieto a la derecha en las escaleras para que la gente que tiene prisa pueda pasar. Si eres disléxico y te lías (como me pasó a mí), te arrollarán.
- “Excuse me” tiene dos posibles significados: a) “¿Me dejas pasar?” b) “¡Apártate que te mato!”.
- “Mind the Gap” quiere decir “Cuidado con el agujero que como metas el pie te descalabras”.


Los parques de Londres están atestados de insaciables ardillas trepaperneras. Un señor que paseaba por Hyde Park me dijo: “Quien les da comida, se gana un amigo de por vida”.




Hablando de comida, en Londres no se come tan mal ni tan caro como creía, sólo es cuestión de buscar un poco. Si entras en un pub y te pides un bistec (steak), procura pronunciarlo bien, o los camareros se descojonarán en tu cara porque les estás pidiendo un palo (stick). Intenta no meter la nariz en los comercios chinos, así como en los pubs y restaurantes cercanos a museos, porque los responsables del establecimiento en cuestión te obligarán a entrar y tomar asiento. Si pides agua (Still Water), que tengas claro que te la servirán impepinablemente en vaso largo, con hielo y una rodaja de lima. Si intentas sacar la rodaja de lima del vaso te mirarán acusadoramente porque eres un spaniard depravado.
Por otro lado, existe una opción B en cuanto a manduca más económica, que consiste en comprar sándwiches preparados en los supermercados. Debo advertir que podéis encontrar cosas como ésta:




Pensareis: “¡Qué Cañí, redióx!”, pero nada más lejos de la realidad: SPAR es la primera cadena de supermercados independientes del mundo (según su página web, claro).

Por último, os recomiendo que no dejéis pasar la oportunidad de visitar el Museo de Historia Natural, ir a la tienda de la planta baja, y probaros una cola de dinosaurio (de peluche). Si os apetece podéis emular a Raoul Duke y gritar “¡Look, there's two women fucking a polar bear!" a las hordas de escolares que os rodean.






Por cierto, cuidadín si vais a hacer el notas a Abbey Road. El paso de cebra de marras no tiene ningún semáforo, y circulan coches en ambos sentidos. Además, un pequeño ejército de fans de los Escarabajos aguardará su turno para hacer la misma idiotez que vosotros, así que si conseguís pasar, lo más probable es que os llevéis una pitada de campeonato y salgáis en la foto poniendo cara de “Estoy a punto de morir”.


…Y por supuesto, no olviden hacer el retarded en una cabina, amigos.
Actualización a petición de Mr. Berrakus: Desangelada instantánea de Abbey Road.



Huelga decir que las habilidades de Evil Gizzmo con el Paint y el savoir faire se quedaron en Londres, y sí, lo que había empezado como una redacción se ha convertido en una suerte de "Planeta Finito" en su versión más juantxi.





miércoles, 5 de septiembre de 2007

Aventuras Gráficas. ¿Una Opción Éticamente Válida?

Hola amiguitos.
Después de un verano más aburrido y con menos sobresaltos que un partido de hockey sobre hierba, ya estamos de vuelta.
Desconozco si las portentosas mentes enfermas de mis compañeros siguen en letargo pero, al menos, aquí tienen al fiel Berrakus dispuesto a dar cera con el mismo ahínco y falta de talento de siempre.
Así que no esperen demasiado de este primer artículo post-vacacional. Se trata más bien de un ejercicio de estilo para ahuyentar las legañas neuronales propias de este entrañable periodo estival tan dado a la borrachera sin coartada intelectual y al rascado de cojones más desprejuiciado.



Así las cosas y de resultas de un providencial golpe de suerte que ha rescatado a mi ordenador del más humillante de los futuros criando polvo en las estanterías del Cash & Converters, el trasto ha vuelto a funcionar.
Gracias a eso, ahora mismo puedo estar escribiendo esto en gallumbos y sacándome los mocos en lugar de estar viendo tíos en gallumbos en monitores ajenos y mocos pegados al teclado en mi locutorio pakistaní de confianza.
Otra de las cosas que puedo hacer con el PC a pleno rendimiento (y ahí es donde quiero llegar), es ver a mi santa novia practicando uno de sus entretenimientos favoritos: Jugar a aventuras gráficas. Desde el antediluviano Monkey Island 1 hasta el reciente Runaway 2, todos se los ha hecho mi incombustible partenaire.

Y tras mucho observar las vicisitudes y desatinos de los pequeños héroes pixelados haciendo el paripé sobre escenarios tan irreales (pero sospechosamente recurrentes) como puedan ser la típica taberna regentada por un tío con un parche o una futurista estación de autobuses (disculpen la paradoja) de Nueva York, he llegado a algunas conclusiones. Los resultados de mi estudio empírico se dividen en dos grandes y absurdos bloques:
BLOQUE A: LOS AMIGOS DE LO AJENO. ¿UN EJEMPLO ADECUADO PARA NUESTROS HIJOS?

Por mucha pátina de didactismo pedagógico que se le quiera dar a las aventuras gráficas, los dicharacheros protagonistas de tan folletinescas tramas no son más que unos viles ladronzuelos sobre los que debiera caer todo el peso de la ley. El hurto per se es el leit motiv que alimenta cada movimiento de nuestro testarudo cabroncete digital. Porque, una vez despojado de todo el glamour de Lucas Arts o Pendulum Studios, nuestros protagonistas no son más que unos jodidos maleantes, usureros, cacos, chorizos, bandidos, carteristas, rateros, atracadores, manilargos, cortabolsas, cleptómanos y, en definitiva, unos grandísimos hijos de puta.
Con mayor impunidad que la de Carmen Martínez Bordiú Franco en Mira Quién Baila (en los juicios de Nuremberg te querría ver, pedazo de escoria) se pasean por los más destartalados entornos digitales echándose al bolsillo tantos objetos como se crucen en su camino, desde una calculadora a pedales hasta un camafeo prerrafaelista. Todo ello pertrechado desde la más fría de las estratagemas amorales, sin sentimiento de culpabilidad ni remordimiento alguno.
¿Ese es el ejemplo que queremos dar a nuestros hijos? Allá ustedes, yo no pienso tenerlos, odio a los putos críos y me la trae al pairo lo que hagan o dejen de hacer pero es que me ha salido la venada caspocatólica y carpetovetónica por la misma punta del innombrable.

BLOQUE B: DE PARADOJAS ESPACIALES Y BOLSILLOS ELEFANTIÁSICOS.

El segundo bloque es más delicado que el anterior. Seré muchas cosas amigos, pero entre mis virtudes no se encuentra la erudición en el farragoso terreno de la física cuántica. Y digo esto porque los inventarios de los personajes de aventura gráfica son más misteriosos que la declaración de la renta de Jiménez del Oso.
No me negarán que no tiene su intríngulis. Vale que el tío pueda coger un abrecartas rococó y metérselo al bolsillo pero una cosa bien distinta es hacer acopio de un orangután, un yunque y una tanqueta antiaérea y salir de allí sin caminar como Charlot.
¿Qué inescrutables mecanismos del continuo espacio-tiempo entran en juego para permitir que nuestro amigo se meta en el bolsillo un frigorífico no frost sin el menor de los aspavientos? O eso o el tipo tiene el recto más dilatado que la garganta de Linda Lovelace.

Bien, como ustedes son mucho más sabios y despiertos que un servidor, les cedo la palabra para que disciernan sobre tan elevados asuntos. Aunque dudo que aún quede algún despistado por aquí.






M.A Berrakus ha escrito esto sin el consentimiento del compañero SUPER MARIO KROST, asesor en temas informáticos y/o pornográficos.
Ruego sepa disculpar mi nulo conocimiento del tema y se preste a compartir con nosotros sus arrobas de sabiduría binaria.


jueves, 28 de junio de 2007

Eddie Bastard. Una historia de filantropía, albinos, barbacoas y muerte en cinco actos.


I
Aquella misma tarde conocí al tipo que se masturbaba en los trenes. Ocurrió en Ricky’s a eso de las cuatro.
Lo primero que me llamó la atención fue la extraña manera con la que sostenía el vaso. Lo segundo, sus botas de cuero blanco.
Me encendí un pitillo. ¿Sería cierto eso de que había matado a ocho albinos en Boston? Se dice tanta mierda.
Sonó su busca. Parecía nervioso. Pagó su cerveza y se esfumó. Había olvidado algo encima de la barra. Me acerqué y cogí la caja de cerillas. "Suzette", no conocía ese local. Había un número de teléfono en el reverso; por la caligrafía deduje que lo había escrito una mujer.
Saqué cincuenta centavos de mi bolsillo y llamé. Nadie contestó. Ese hijo de puta sabía muy bien lo que hacía.
FIN.

II
Hace algunos años, cuando el jodido Michael Jordan jugaba a baseball en los Washington Nationals, me lo hice con la zorra de Sarah y su hermana pequeña, Megan, encima de una barbacoa.
Fue en la fiesta que montó Duncan en su piscina. Estuvimos bebiendo toda la noche. Cliff había traído buena hierba y Trevor aseguraba que aquél era el mejor polvo blanco de toda California.
Se equivocaba, el mejor polvo blanco era el que estaba echando con aquellas dos putas en la barbacoa de Dun.
Estaba completamente borracho, ellas también. Aún así supe apañármelas bastante bien. Aquello era jodidamente perfecto, o al menos lo fue hasta que al gilipollas de Bob se le ocurrió resbalar y abrirse el cráneo contra el canto de la piscina.
FIN.

III
Durante el trayecto desde Ricky’s hasta el hipódromo pisé dos mierdas de perro. ¿Qué demonios querría decir todo aquello?
FIN.

IV
Hubo un tiempo en el que saber llevar bien el negocio era sinónimo de triunfo. Respetar y ser respetado, esa era la jodida ecuación.
Ahora se había ido todo al garete y allí estaba yo, con los bolsillos vacíos y un humor de mil demonios. Ese maldito caballo me había hecho perder quinientos pavos. Necesitaba un trago.
No había un alma por las calles, la humanidad entera se pudría dentro de sus casas, yo iba a hacerlo al bar más cercano. Cuando de repente.
-¿Ed? ¿Eddie? Soy Megan. Me recuerdas?
-Eh, vaya cuánto tiempo.
-Qué ilusión volverte a ver. Ya verás cuando se lo cuente a mi hermana.
-Oye nena, no tengo un buen día. Qué tal si dejamos esto para otra ocasión.
-Joder Eddie, tú siempre tan simpático. ¿Tienes fuego?
-Sírvete.
-¡Suzette! ¿También has estado allí? Es un antro de puta madre. ¿Qué me dices del camarero albino?
-Mierda.
FIN.

V
Megan tenía razón. El Suzette era un lugar bastante agradable. La luz rojiza invadía el ambiente, un negro enorme tocaba el piano y el espeso humo de los cigarrillos brindaba una oportuna dosis de anonimato a aquella panda de fracasados.
Pero qué coño. No había ido hasta allí para tomarme un puto daikiri, quería salvarle el pellejo a aquél jodido albino.
No tardé demasiado en localizar las botas de cuero blanco entre la clientela. Tenía la mano en el bolsillo interior de la americana. Quería hacerlo aquella misma noche y allí estaba yo para impedirlo.
¿Qué cojones tenía en contra de los albinos? Eran gente legal, o al menos lo fue aquél tipo que me vendió el coche en San Diego.
"Demasiado tarde", pensé. Y justo cuando el cabronazo de las botas blancas iba a sacar la pistola, ocurrió algo. Todas las luces se apagaron y el local quedó completamente a oscuras.
"Interesante", pensé.
¿A quién coño pretendía engañar? No tenía las suficientes agallas para intervenir en el asunto con garantías.
Aproveché la confusión para salir del garito. Cogí un taxi y una vez en casa me hice una paja.
¿Quién necesita otro héroe?
FIN.


M.A Berrakus escribió este despropósito hará cosa de tres años. Era un encargo para un fanzine llamado Chuck Norris y la premisa: putas, comida rápida y muchos tacos.
Al final la cosa quedó en agua de borrajas y esta mañana, removiendo papeles, he dado con ello.
Si Thomas Mann levantara la cabeza, amigos...

viernes, 8 de junio de 2007

Esto nos pasa por mandar a tres inadaptados sociales a cubrir un evento....

Algunos de ustedes, me consta, en cuanto oigan hablar del concepto de cadáver exquisito (cadvre esquís para los connaisseurs) pensarán inmediatamente en el fiambre aún caliente de Anne Nicole Smith o de Norma Jean Baker. Pero no, zoquetes con tendencia necrófila, se trata de una técnica surrealista según la cual varios artistas ensamblan sus escritos (o pinturas) para crear una obra colectiva a partir de trabajos individuales que se suelen enlazar sin solución de continuidad. Poemas al alimón por decirlo de una forma más celtíbera.
Pues bien, en este caso los “artistas” somos Evil Gizzmo, Dr. Peter Smegman y M.A Berrakus y el poema versa sobre nuestras vivencias en el festival Primavera Sound.




M.A. Berrakus:

Dramatización ficcional del lamentable episodio acontecido a altas
horas de la madrugada frente al escenario Rockdelux:
Algunos habrán oído hablar de las imperecederas dotes amatorias de M.A Berrakus, pues en un ambiente portuario tan propicio al despiporre y el libertinaje extremos como es el marco de un festival de música, no me iba a amedrentar.


El caso es que no tuve ni que desplegar mis ilustres armas de seducción masiva para atraer a cuantas lolitas se cruzaban en mi camino.
Allí estábamos, cerveza en ristre y viendo las torpes evoluciones de Meg White peleándose con los tambores, cuando en estas que una enajenada y totalmente ebria moza de buen ver se me acercó dando tumbos cual mosca a la miel(da) y con aviesas intenciones. El caso es que me hallaba fumando un aromático purito (la distinción ante todo, amigos) y, balbuceando como un pato epiléptico, me pregunta si tengo un cigarro. Con un grácil movimiento de muñeca saco de mi bolsillo la cajetilla de puros y le tiendo uno a la gentil damisela. Ella, con serios problemas de coordinación psicomotriz, no atina a hacer la pinza con pulgar e índice y resuelve pedir auxilio.
Es aquí cuando (al menos para mi calenturienta mente) empezaron una serie de insinuaciones de marcado carácter sexual a las que me mantuve impertérrito, dando una magistral lección de estoicismo mientras el silicio abrasaba mi pantorrilla. Con una voz entre seductora y cazallera, y parafraseando al tío del ácido de Robocop 1, soltó aquello de: “Ayúdame”.
A partir de aquí las insinuaciones subieron de tono ante la atónita mirada de un Smegman en el umbral de la carcajada.
Que si “Enciéndemelo tú”. Allá que voy.
Que si “Pónmelo en la boca”. No me lo digas dos veces, chata.
Que si “¿Me lo trago?” Joder. Traga, traga.
Que si “Dale unas caladas”. Ya voy nena y no sigas por ahí que no respondo.
A un paso me quedé de soltarle eso de “¿Quieres fortuna? ¡Pues agáchate y fuma!”
En un momento de extrema clarividencia y lucidez, se percató de lo triste de su actuación, se sinceró y me dijo: “Te estoy jodiendo un temazo ¿verdad?” Ese tono confesional mermó seriamente mis defensas pero razón no le faltaba a la tipa; los White Stripes estaban tocando “I just don’t know what to do with myself” del ínclito Burt Bacharach.
Claro, al final la cosa quedó en agua de borrajas ¿de qué otra manera iba a terminar? Y tras un libidinoso beso en la mejilla se perdió entre la multitud mientras yo le preguntaba al fiel escudero Smegman: ¿Qué coño ha pasado aquí?. A todo esto, Gizzmo, ajena a todo el entuerto, seguía embelesada ante el arrebato de puritito virtuosismo rítmico que tenía lugar sobre el escenario, el lugar del que no deberíamos haber desviado nuestra atención para caer en provocaciones vacuas y detonantes de las más bajas pasiones de esta puerca y miserable condición humana.




Evil Gizzmo:

Teniendo en cuenta que soy muy gafe para los conciertos (cancelaciones y suspensiones a gogó), el Primavera Sound fue perfecto. Salimos puntuales de casita, no nos perdimos, no tuvimos que tragarnos una cola de la hostia para entrar, y no nos liamos a hostias con nadie (bueno, tuve un pequeño altercado, pero diré en mi descargo que sólo defendí el honor de una bella e inocente criatura (Dla)…)

La primera parada fue el escenario Estrella Damm: Herman Düne (mención especial a lo bien que se lo pasó el batería bailoteando con los crótalos…). A continuación reptamos por el recinto del Fòrum hasta que llegó el gran momento (para mí): Los Melvins. Algunos miembros de la comitiva tomaron las de Villadiego, así que los que quedamos (los ilustrísimos señores Berrakus y Dla, et moi) nos dirigimos al escenario grande, consiguiendo una honrosa quinta fila que acabó convirtiéndose en una fantástica segunda fila gracias a los guiris borrachos que hacían pogo. Qué decir de la actuación de los Melvins. Absolutamente brutal. Vimos en acción a la nueva formación, con dos contundentes baterías. Buzz Osborne y Dale Crover siguen en sus funciones habituales, a los que se añaden dos miembros de la banda Big Bussines, actuando como bajista y segundo batería, respectivamente.




Después del apoteósico fin de show de los Melvins (veinte minutos de solo de percusión mientras el bajo aporreaba el gong al grito de “We all gonna die!), nos reunimos con Smegman y Seamother, cenamos a ritmo de Slint , y nos desplazamos al escenario donde tocarían los Smashing Pumpkins en breve. Seamother y yo acabamos en segunda fila utilizando la técnica de la escurridiza anguila enana™, mientras que el resto de compañeros acabaron unos metros más atrás. Como ya sabemos que el concierto fue un mero ejercicio de nostalgia colectiva (Berrakus dixit), me centraré en la performance. Qué decir del vestuario de los Smashing Pumpkins… Billy Corgan portaba una extraña túnica blanca a la que había añadido precinto policial a modo de faja. Ginger Reyes llevaba un bonito vestido (no me preguntéis porqué, pero los vestidos de novia recortados y los mástiles combinan muy bien). Jimmy Chamberlin, aparte de ser la hostia, vestía un traje blanco medianamente respetable, y por último, el pobre Jeff Shroeder lucía un bochornoso pijama blanco con capa de Drácula espacial incluida.



A todo esto, M.A. Berrakus consiguió escaparse para presenciar las locuras de Mike Patton y Fennesz. Yo no llegué a tiempo y me cagué en la puta madre que parió a los conciertos que sólo duran cuarenta minutejos.
Tras el proceso de descompresión que conlleva estar en segunda fila, fuimos a ver (de lejos) a los White Stripes, para comprobar que la batería no ha olido un redoble en su vida, y que se va a joder la espalda si sigue tocando así. A esas horas ya estábamos cansados, y la música electrónica campaba a sus anchas, así que decidimos largarnos en uno de esos maravillosos y abarrotados buses gratuitos, fletados por cortesía de la organización.



Estando enlataos en el autobús Smegman y yo (el resto del grupo recaló en las antípodas del bus), vimos una especie de jeep-limusina desplazándose por el carril contrario. Pensamos que nadie nos iba a creer, pero resulta que el trasto se llama Hummer y que originariamente era un vehículo militar. Qué cosas.



Dr. Peter Smegman:

Ya hicimos bien, ya… Berrakus y un servidor nos habíamos caldeado los corazones a base de birra antes de entrar al Forum, lugar abstracto e ideal para un evento como el que acontecía. Y es que lo primero que me tocó las pelotas fue que nos sablearan 3 ecus por un puto chupito de cerveza, pero aún así cayeron unas cuantas.



Por otro lado, me dejé las gafas en casita, creyendo que el lugar dispondría de unos mínimos de iluminación, pero no. En cuanto anocheció, aquello se convirtió en un inmenso juego de la gallinita ciega con 22.000 participantes. Con decir que confundimos la cola de los lavabos con la de las patatas fritas… Y ya está, esto representa todo lo negativo que puedo decir del Primavera ’07. Por lo demás, cojonudo todo. Hasta el hacinamiento infrahumanoide en el que nos vimos envueltos para regresar en aquel autobús del infierno me pareció adecuado.
Los Herman Düne (a los que me empeñé en llamar Los Alvar Hanso, catódico de mí), nos divirtieron y animaron nada más llegar. Folk y mucha clase, apenas enturbiado por ciertos problemas con el sonido. Luego llegamos justito para ver el final de la actuación de Dirty Three, ya que nos entretuvimos en nuestro pasatiempo favorito, hacer cola para beber cerveza, y he de decir que, pese a no conocerlos de nada, me impresionaron mucho, sobre todo el batería (¿Jim White me dijeron?). Era como si un trío de delfines-zombis hubiese decidido formar una banda… ¿Se me entiende? ¿No? Pos ala, al emule.



Los Melvins consiguieron que nos separásemos en dos grupos, los que sabían de música se quedaron allá, y Seamother y un servidor nos dejamos hipnotizar por el aura, a priori bizarra, que conlleva Elvis Perkins: el hijo de Anthony Perkins… Sí, sí, el Norman de Psicosis. Y bueno, el chaval le ponía ganas, tenía más de Elvis que de Perkins, pero no acabó de llegarnos. Un pop algo sosainas, nos decíamos Seamother y yo con la boca atiborrada de sendos bocadillos. Eso sí, chapeau para el señor Elvis, ya que en ningún momento dejó mostrar el trauma que a buen seguro arrastra desde el día que descubrió que su padre es ni más ni menos que su abuela.
Tras algunos titubeos y amagos de actuaciones (Veracruz, Slint, éste último Berrakus se lo tragó doblado), fuimos al tema central. Los Jodidos Smashing Pumpkins. Tercera fila ná menos. Decidí ignorar la pesadilla demencial que llevaban por trajes y concentrarme en la música. Una oración recorrió a los presentes en forma de escalofrío epifánico: “Que no toque nada nuevo Diox mío” Y bueno, se portó el coleguita. Por supuesto unos cuantos desaprensivos borrachos y drogados hasta el tálamo quisieron enturbiar la velada y lamentablemente tuve que retroceder unos metros, ya que en seco me vi envuelto en un improvisado torneo de Tekken, en el que Gizzmo quedó campeona por acojone del rival.



Poco más, los White Stripes me dejaron frío. Eso sí nos echamos unas buenas risas Berrakus y yo a costa de la incipiente apoplejia de la señora batería, y las horas extra que llevaba el pobre Jack a las espaldas. Y ya’sta, así acabó el Primavera’07 para mí. Sólo confirmar lo que Gizzmo vio en el viaje de vuelta, un Jeep-Limusina. Yo también lo vi y, francamente, no entiendo una mierda. ¿Para cuándo el Sidecar-Limusina?

Ah, y quien quiera leer la crónica oficial del Berrakus que se enchufe aquí:

www.muzikalia.com

Que para algo que me he pasado tres días escribiendo como un cabrón 18 crónicas. Ale, a cascarla.