Balnearios Nucleares: Una Alternativa al Turismo Rural
Hoy en nuestra sección Special Guest Star tenemos el enorme placer de presentarles a la gran DIVINE. Le cedo la palabra:
Tras diecisiete horas de autopullman, pues aquí mi amigo Gonzalo, que, en claro paralelismo con uno de los miembros de esta redacción, adolece de un pánico extremo a viajar en avión y no hallé el momento de meterle en el carajillo la caja de Valium que le tenía preparada, nos hallábamos por fin allí.

Gonzalo se decidió por una tratamiento facial a base de "polvo de luna", sustancia que procede de los desechos de las máquinas de rayos X y que tiene un fulgurante color azul que brilla en la oscuridad. Yo, en cambio, opté por las sesiones de aislamiento sensorial en cápsulas llenas del agua que refrigera los reactores de fusión, un líquido éste que te hace perder peso rápidamente y te eriza agradablemente todos los pelillos del cuerpo, aunque todo hay que decirlo, luego éstos se caen sin remisión y no vuelven a salir, lo cual, en mi caso no es para nada preocupante, pues una servidora usa peluca y además me llevé de regalo una depilación total y definitiva.
Otro de los mandamases de la Fundación, el Dr. Emmett Brown, al que le gustaba que le llamesen Doc, no tardó en esclarecernos la enigmática negativa de la dirección en cuanto a las camillas se refiere.
Me gustaría aprovechar la oportunidad que me ha brindado la redacción de Agáchate y Fuma y desde aquí romper una lanza a favor del enriquecimiento de uranio y el uso indiscriminado del plutonio y demás materiales radioactivos, pues he podido comprobar en mis propias carnes que sus efectos son harto beneficiosos para la salud. De hecho, mi partenaire, a parte de adquirir otras habilidades que no viene al caso comentar ahora, hizo importantes avances fisiológicos durante nuestra estancia.
Así que, para acabar, recomiendo encarecidamente a todos este tipo de tratamientos, los cuales deberían entrar por el seguro y empezar cada vez en edades más tempranas. Cierto es que los niños pueden tener alguna reticencia inicial, por otra parte totalmente lógica en algunas edades, pero hay que ser consecuentes y no mimar a los más pequeños, utilizando toda suerte de tretas e inocentes chantajes para conseguir nuestros propósitos educacionales. Con un poco de esfuerzo por nuestra parte conseguiremos un mundo mucho mejor.
Pues eso...