sábado, 22 de septiembre de 2007

Balnearios Nucleares: Una Alternativa al Turismo Rural

Hoy en nuestra sección Special Guest Star tenemos el enorme placer de presentarles a la gran DIVINE. Le cedo la palabra:




Mendoza, Argentina.

Tras diecisiete horas de autopullman, pues aquí mi amigo Gonzalo, que, en claro paralelismo con uno de los miembros de esta redacción, adolece de un pánico extremo a viajar en avión y no hallé el momento de meterle en el carajillo la caja de Valium que le tenía preparada, nos hallábamos por fin allí.
Sí amigos, nos disponíamos a ingresar en la Fundación Escuela de Medicina Nuclear para disfrutar de una cura novedosa y revigorizante, que todo hay que decir, le cambió a una la vida para siempre.

Yo había pasado un año desastroso, empapada en Gintonics de Larios y con demasiados fracasos amorosos y fosas que cavar. Mi antaño deseadísima figura se estaba echando a perder con tanta resaca, shawarmas tristes y solitarios de última hora en el "Dönner Amigo" más cercano y el estrés inherente a toda asesina en serie que se precie. Así que cuando recibí la carta de Gonzalo desde Argentina, instándome a que me tomara unas vacaciones, no dudé en pedir la excedencia y gastar algunos ahorrillos en el primer vuelo a Buenos Aires, no sin alguna reticencia de mi jefa a la que no le hacía ninguna gracia prescindir de su primera bailarina y legendaria diva en el conocido club de streaptease La Estrella.

El Doctor Francesc Kovacs, judío dudoso, masón, filántropo de pro y director del centro, nos dio la bienvenida y nos informó con personalizada atención del plan radioactivo básico y de los diferentes paquetes opcionales entre los que podíamos escoger.


Cierto es que éstos encarecían un pelo la estancia, pero llegados hasta allí no era plan de racanear unos míseros y devaluados pesos… Así que tomamos la firme decisión de no escatimar en gastos y nos dispusimos a pasar una semana agradable, expuestos a todo tipo de isótopos uraninanos, ataviados con los comodísimos y sexis albornoces de rigor.
Gonzalo se decidió por una tratamiento facial a base de "polvo de luna", sustancia que procede de los desechos de las máquinas de rayos X y que tiene un fulgurante color azul que brilla en la oscuridad. Yo, en cambio, opté por las sesiones de aislamiento sensorial en cápsulas llenas del agua que refrigera los reactores de fusión, un líquido éste que te hace perder peso rápidamente y te eriza agradablemente todos los pelillos del cuerpo, aunque todo hay que decirlo, luego éstos se caen sin remisión y no vuelven a salir, lo cual, en mi caso no es para nada preocupante, pues una servidora usa peluca y además me llevé de regalo una depilación total y definitiva.
Otro de los mandamases de la Fundación, el Dr. Emmett Brown, al que le gustaba que le llamesen Doc, no tardó en esclarecernos la enigmática negativa de la dirección en cuanto a las camillas se refiere.


Por lo visto, la alta radioactividad y la ingente cantidad de plutonio libio almacenada en el edificio puede provocar molestos catapultamientos a más de ciento cuarenta kilómetros por hora y, al parecer, esto había provocado en un pasado reciente molestos e incendiarios desplazamientos en el tiempo y superparadojas a go-go. Así que nada de camillas, sillas de ruedas, patinetes o similares.



Me gustaría aprovechar la oportunidad que me ha brindado la redacción de Agáchate y Fuma y desde aquí romper una lanza a favor del enriquecimiento de uranio y el uso indiscriminado del plutonio y demás materiales radioactivos, pues he podido comprobar en mis propias carnes que sus efectos son harto beneficiosos para la salud. De hecho, mi partenaire, a parte de adquirir otras habilidades que no viene al caso comentar ahora, hizo importantes avances fisiológicos durante nuestra estancia.




Así que, para acabar, recomiendo encarecidamente a todos este tipo de tratamientos, los cuales deberían entrar por el seguro y empezar cada vez en edades más tempranas. Cierto es que los niños pueden tener alguna reticencia inicial, por otra parte totalmente lógica en algunas edades, pero hay que ser consecuentes y no mimar a los más pequeños, utilizando toda suerte de tretas e inocentes chantajes para conseguir nuestros propósitos educacionales. Con un poco de esfuerzo por nuestra parte conseguiremos un mundo mucho mejor.


Pues eso...







Divine escribió tales memeces bajo los efectos del güisqui de garrafa que consume en altas dosis, dejándonos aquí, a la vista de todos, una muestra inequívoca de su total falta de sentido literario y de la realidad. Lo dicho, un estreno a la altura del detritus cerebral que posee esta moza…Te has cubierto de gloria guapa.

lunes, 10 de septiembre de 2007

Redacción: ¿Qué has hecho este verano?

Este verano he jugado compulsivamente al Pokémon edición Perla y al Dr. Mario que hay oculto en el Más Brain Training de mi Nintendo DS. Aparte de eso, no he hecho nada destacable. Bueno, sí, he viajado a Londres aprovechando que en mi ciudad hay un aeropuerto, y en ese aeropuerto opera una compañía aérea muy barata, que por suerte es de las que no te dejan tirado en medio de un patatal.



Londres es una ciudad muy grande, pero vayas donde vayas te encontrarás con alguien de tu tierra. Si alguien se dirige a ti hablando en inglés y no entiendes qué rayos te está diciendo, sólo debes limitarte a sonreír hasta que alguien acuda en tu auxilio.
En Inglaterra conducen al revés porque antiguamente los carruajes debían circular por la izquierda, ya que si no los cocheros se fostiaban a latigazos cuando arreaban a los caballos. A mí me preocupaba la circulación en sentido inverso, dado que no soy capaz de distinguir entre derecha e izquierda, de modo que al cruzar, lo más probable es que me lance alegremente a la carretera mirando hacia el lado que no es. Por suerte, en los pasos de cebra hay unas simpáticas indicaciones con dibujitos y flechas que te dicen hacia dónde hay que mirar, evitando así que seas arrollado por un autobús de dos pisos.
El metro de Londres funciona de manera similar, con indicaciones a gogó, aunque también existe un subrepticio decálogo de comportamiento que todo el mundo sigue:



- No debes hablar en voz alta, porque la gente te mirará con desdén (fucking spaniards…)
- Circula por tu izquierda en los pasillos, estate quieto a la derecha en las escaleras para que la gente que tiene prisa pueda pasar. Si eres disléxico y te lías (como me pasó a mí), te arrollarán.
- “Excuse me” tiene dos posibles significados: a) “¿Me dejas pasar?” b) “¡Apártate que te mato!”.
- “Mind the Gap” quiere decir “Cuidado con el agujero que como metas el pie te descalabras”.


Los parques de Londres están atestados de insaciables ardillas trepaperneras. Un señor que paseaba por Hyde Park me dijo: “Quien les da comida, se gana un amigo de por vida”.




Hablando de comida, en Londres no se come tan mal ni tan caro como creía, sólo es cuestión de buscar un poco. Si entras en un pub y te pides un bistec (steak), procura pronunciarlo bien, o los camareros se descojonarán en tu cara porque les estás pidiendo un palo (stick). Intenta no meter la nariz en los comercios chinos, así como en los pubs y restaurantes cercanos a museos, porque los responsables del establecimiento en cuestión te obligarán a entrar y tomar asiento. Si pides agua (Still Water), que tengas claro que te la servirán impepinablemente en vaso largo, con hielo y una rodaja de lima. Si intentas sacar la rodaja de lima del vaso te mirarán acusadoramente porque eres un spaniard depravado.
Por otro lado, existe una opción B en cuanto a manduca más económica, que consiste en comprar sándwiches preparados en los supermercados. Debo advertir que podéis encontrar cosas como ésta:




Pensareis: “¡Qué Cañí, redióx!”, pero nada más lejos de la realidad: SPAR es la primera cadena de supermercados independientes del mundo (según su página web, claro).

Por último, os recomiendo que no dejéis pasar la oportunidad de visitar el Museo de Historia Natural, ir a la tienda de la planta baja, y probaros una cola de dinosaurio (de peluche). Si os apetece podéis emular a Raoul Duke y gritar “¡Look, there's two women fucking a polar bear!" a las hordas de escolares que os rodean.






Por cierto, cuidadín si vais a hacer el notas a Abbey Road. El paso de cebra de marras no tiene ningún semáforo, y circulan coches en ambos sentidos. Además, un pequeño ejército de fans de los Escarabajos aguardará su turno para hacer la misma idiotez que vosotros, así que si conseguís pasar, lo más probable es que os llevéis una pitada de campeonato y salgáis en la foto poniendo cara de “Estoy a punto de morir”.


…Y por supuesto, no olviden hacer el retarded en una cabina, amigos.
Actualización a petición de Mr. Berrakus: Desangelada instantánea de Abbey Road.



Huelga decir que las habilidades de Evil Gizzmo con el Paint y el savoir faire se quedaron en Londres, y sí, lo que había empezado como una redacción se ha convertido en una suerte de "Planeta Finito" en su versión más juantxi.





miércoles, 5 de septiembre de 2007

Aventuras Gráficas. ¿Una Opción Éticamente Válida?

Hola amiguitos.
Después de un verano más aburrido y con menos sobresaltos que un partido de hockey sobre hierba, ya estamos de vuelta.
Desconozco si las portentosas mentes enfermas de mis compañeros siguen en letargo pero, al menos, aquí tienen al fiel Berrakus dispuesto a dar cera con el mismo ahínco y falta de talento de siempre.
Así que no esperen demasiado de este primer artículo post-vacacional. Se trata más bien de un ejercicio de estilo para ahuyentar las legañas neuronales propias de este entrañable periodo estival tan dado a la borrachera sin coartada intelectual y al rascado de cojones más desprejuiciado.



Así las cosas y de resultas de un providencial golpe de suerte que ha rescatado a mi ordenador del más humillante de los futuros criando polvo en las estanterías del Cash & Converters, el trasto ha vuelto a funcionar.
Gracias a eso, ahora mismo puedo estar escribiendo esto en gallumbos y sacándome los mocos en lugar de estar viendo tíos en gallumbos en monitores ajenos y mocos pegados al teclado en mi locutorio pakistaní de confianza.
Otra de las cosas que puedo hacer con el PC a pleno rendimiento (y ahí es donde quiero llegar), es ver a mi santa novia practicando uno de sus entretenimientos favoritos: Jugar a aventuras gráficas. Desde el antediluviano Monkey Island 1 hasta el reciente Runaway 2, todos se los ha hecho mi incombustible partenaire.

Y tras mucho observar las vicisitudes y desatinos de los pequeños héroes pixelados haciendo el paripé sobre escenarios tan irreales (pero sospechosamente recurrentes) como puedan ser la típica taberna regentada por un tío con un parche o una futurista estación de autobuses (disculpen la paradoja) de Nueva York, he llegado a algunas conclusiones. Los resultados de mi estudio empírico se dividen en dos grandes y absurdos bloques:
BLOQUE A: LOS AMIGOS DE LO AJENO. ¿UN EJEMPLO ADECUADO PARA NUESTROS HIJOS?

Por mucha pátina de didactismo pedagógico que se le quiera dar a las aventuras gráficas, los dicharacheros protagonistas de tan folletinescas tramas no son más que unos viles ladronzuelos sobre los que debiera caer todo el peso de la ley. El hurto per se es el leit motiv que alimenta cada movimiento de nuestro testarudo cabroncete digital. Porque, una vez despojado de todo el glamour de Lucas Arts o Pendulum Studios, nuestros protagonistas no son más que unos jodidos maleantes, usureros, cacos, chorizos, bandidos, carteristas, rateros, atracadores, manilargos, cortabolsas, cleptómanos y, en definitiva, unos grandísimos hijos de puta.
Con mayor impunidad que la de Carmen Martínez Bordiú Franco en Mira Quién Baila (en los juicios de Nuremberg te querría ver, pedazo de escoria) se pasean por los más destartalados entornos digitales echándose al bolsillo tantos objetos como se crucen en su camino, desde una calculadora a pedales hasta un camafeo prerrafaelista. Todo ello pertrechado desde la más fría de las estratagemas amorales, sin sentimiento de culpabilidad ni remordimiento alguno.
¿Ese es el ejemplo que queremos dar a nuestros hijos? Allá ustedes, yo no pienso tenerlos, odio a los putos críos y me la trae al pairo lo que hagan o dejen de hacer pero es que me ha salido la venada caspocatólica y carpetovetónica por la misma punta del innombrable.

BLOQUE B: DE PARADOJAS ESPACIALES Y BOLSILLOS ELEFANTIÁSICOS.

El segundo bloque es más delicado que el anterior. Seré muchas cosas amigos, pero entre mis virtudes no se encuentra la erudición en el farragoso terreno de la física cuántica. Y digo esto porque los inventarios de los personajes de aventura gráfica son más misteriosos que la declaración de la renta de Jiménez del Oso.
No me negarán que no tiene su intríngulis. Vale que el tío pueda coger un abrecartas rococó y metérselo al bolsillo pero una cosa bien distinta es hacer acopio de un orangután, un yunque y una tanqueta antiaérea y salir de allí sin caminar como Charlot.
¿Qué inescrutables mecanismos del continuo espacio-tiempo entran en juego para permitir que nuestro amigo se meta en el bolsillo un frigorífico no frost sin el menor de los aspavientos? O eso o el tipo tiene el recto más dilatado que la garganta de Linda Lovelace.

Bien, como ustedes son mucho más sabios y despiertos que un servidor, les cedo la palabra para que disciernan sobre tan elevados asuntos. Aunque dudo que aún quede algún despistado por aquí.






M.A Berrakus ha escrito esto sin el consentimiento del compañero SUPER MARIO KROST, asesor en temas informáticos y/o pornográficos.
Ruego sepa disculpar mi nulo conocimiento del tema y se preste a compartir con nosotros sus arrobas de sabiduría binaria.