jueves, 28 de junio de 2007

Eddie Bastard. Una historia de filantropía, albinos, barbacoas y muerte en cinco actos.


I
Aquella misma tarde conocí al tipo que se masturbaba en los trenes. Ocurrió en Ricky’s a eso de las cuatro.
Lo primero que me llamó la atención fue la extraña manera con la que sostenía el vaso. Lo segundo, sus botas de cuero blanco.
Me encendí un pitillo. ¿Sería cierto eso de que había matado a ocho albinos en Boston? Se dice tanta mierda.
Sonó su busca. Parecía nervioso. Pagó su cerveza y se esfumó. Había olvidado algo encima de la barra. Me acerqué y cogí la caja de cerillas. "Suzette", no conocía ese local. Había un número de teléfono en el reverso; por la caligrafía deduje que lo había escrito una mujer.
Saqué cincuenta centavos de mi bolsillo y llamé. Nadie contestó. Ese hijo de puta sabía muy bien lo que hacía.
FIN.

II
Hace algunos años, cuando el jodido Michael Jordan jugaba a baseball en los Washington Nationals, me lo hice con la zorra de Sarah y su hermana pequeña, Megan, encima de una barbacoa.
Fue en la fiesta que montó Duncan en su piscina. Estuvimos bebiendo toda la noche. Cliff había traído buena hierba y Trevor aseguraba que aquél era el mejor polvo blanco de toda California.
Se equivocaba, el mejor polvo blanco era el que estaba echando con aquellas dos putas en la barbacoa de Dun.
Estaba completamente borracho, ellas también. Aún así supe apañármelas bastante bien. Aquello era jodidamente perfecto, o al menos lo fue hasta que al gilipollas de Bob se le ocurrió resbalar y abrirse el cráneo contra el canto de la piscina.
FIN.

III
Durante el trayecto desde Ricky’s hasta el hipódromo pisé dos mierdas de perro. ¿Qué demonios querría decir todo aquello?
FIN.

IV
Hubo un tiempo en el que saber llevar bien el negocio era sinónimo de triunfo. Respetar y ser respetado, esa era la jodida ecuación.
Ahora se había ido todo al garete y allí estaba yo, con los bolsillos vacíos y un humor de mil demonios. Ese maldito caballo me había hecho perder quinientos pavos. Necesitaba un trago.
No había un alma por las calles, la humanidad entera se pudría dentro de sus casas, yo iba a hacerlo al bar más cercano. Cuando de repente.
-¿Ed? ¿Eddie? Soy Megan. Me recuerdas?
-Eh, vaya cuánto tiempo.
-Qué ilusión volverte a ver. Ya verás cuando se lo cuente a mi hermana.
-Oye nena, no tengo un buen día. Qué tal si dejamos esto para otra ocasión.
-Joder Eddie, tú siempre tan simpático. ¿Tienes fuego?
-Sírvete.
-¡Suzette! ¿También has estado allí? Es un antro de puta madre. ¿Qué me dices del camarero albino?
-Mierda.
FIN.

V
Megan tenía razón. El Suzette era un lugar bastante agradable. La luz rojiza invadía el ambiente, un negro enorme tocaba el piano y el espeso humo de los cigarrillos brindaba una oportuna dosis de anonimato a aquella panda de fracasados.
Pero qué coño. No había ido hasta allí para tomarme un puto daikiri, quería salvarle el pellejo a aquél jodido albino.
No tardé demasiado en localizar las botas de cuero blanco entre la clientela. Tenía la mano en el bolsillo interior de la americana. Quería hacerlo aquella misma noche y allí estaba yo para impedirlo.
¿Qué cojones tenía en contra de los albinos? Eran gente legal, o al menos lo fue aquél tipo que me vendió el coche en San Diego.
"Demasiado tarde", pensé. Y justo cuando el cabronazo de las botas blancas iba a sacar la pistola, ocurrió algo. Todas las luces se apagaron y el local quedó completamente a oscuras.
"Interesante", pensé.
¿A quién coño pretendía engañar? No tenía las suficientes agallas para intervenir en el asunto con garantías.
Aproveché la confusión para salir del garito. Cogí un taxi y una vez en casa me hice una paja.
¿Quién necesita otro héroe?
FIN.


M.A Berrakus escribió este despropósito hará cosa de tres años. Era un encargo para un fanzine llamado Chuck Norris y la premisa: putas, comida rápida y muchos tacos.
Al final la cosa quedó en agua de borrajas y esta mañana, removiendo papeles, he dado con ello.
Si Thomas Mann levantara la cabeza, amigos...

15 comentarios:

Anónimo dijo...

Este es un mensaje para Divine:
Bueno, mañana es el día. A las 0:30 en el Verdi, espero que se ponga de gala y bien maquillada para darme un besito.

Anónimo dijo...

Meeel!

Anónimo dijo...

Hey, muy bueno, cada día que pasa me refirmo más en mi teoría que, empapado en cerveza, hay mucha mierda buena...

Anónimo dijo...

Berrakus, ¿qué pasó en el Verdi?, ¿comiste maquillaje?

Anónimo dijo...

Uf Uf... hot hot! We are looking forward from you Berrakus, we need news about the incident!

Anónimo dijo...

Joder, para envidia de Chuflo me la zampé enterita a la Divine.
No, al final resultó tener pito pero lo pasamos de puta madre. Encantador este Iván, ya le he lanzado el guante por si quiere colaborar con nocsotros y se quedó con las ganas de conocer al resto del elenco.
A ver si organizamos una reunión.
Pues nada, saludos a Iván, todo un placer conocerle en persona.

Anónimo dijo...

Menos mal que vino sir Berrakus y me rescató durante un buen rato de los voraces pseudocríticos de escuela, familiares, fans enloquecidos y demás. Puedo constatar que dejó el pabellón de Agáchate y Fuma bien alto y ejerció con una insondable elegancia sus dotes de filántropo empedernido y sus buenos hábitos fumatorios.
Por cierto, me habrá usté de recordar, mr.Berrakus, el nombre de esas exquisiteces de vainilla que degustamos el viernes.
Un saludo y hasta la próxima

Anónimo dijo...

Bueno, se hizo lo que se pudo. Lo cierto es que en grupo nos crecemos y nos revolcamos en la inmundicia cultural con sumo gusto, allí estuve bastante recatado.
Los puritos en cuestión se llaman Moods con filtro, vienen en cajetillas de 20 al módico precio de 4'30 ( o algo así). Eso sí, fumando eso corre usted el peligro de que una manada de lolitas desbocadas quieran practicarle posturas que jamás hubiera imaginado que existan.
Nos vemos!

Anónimo dijo...

Para que luego digan que con esto de los blogs no se liga ;).
Los albinos, no pasa nada si alguno la palma, total, acabaran dominando el mundo, si no que se lo digan a Homega man.
Besos con sabor a tabaco ;)-

Anónimo dijo...

y esto porque está tan abandonado?
un besote

Anónimo dijo...

¿Lo habeis dejado chicos? Decidme que sólo es un parón veraniego por favor!!! Oh no! Soy una alcoholica!!!

Anónimo dijo...

No os preocupeis amigos, volveremos en septiembre (o eso espero...)

Anónimo dijo...

No se alarmen.
Hemos hecho una pausa ya que a nuestra congénita holgazanería hay que sumar que este puto calor nos ha quemado el neo-córtex por los cuatro costados y no estamos para escribir.
Eso, en septiembre volvemos (si es que queda alguien para leernos...)

Anónimo dijo...

No os lo créeis ni jartos de garrafón, mendiós!

Anónimo dijo...

Queee miedo me dais... Sea como fuere, estamos a 30 de agosto, así que os quedan dos días para lucir palmito ¡Aprovechad mientras podais bellacos!
Y, como ya le comenté a Berrakus, si necesitais de un poco de inmundicia literaria de la más baja calaña, podeis contar conmigo, que he pasado un verano verdaderamente infecto...